Hoy en día, multitud de estudios científicos validan
la interacción a distancia; capacidades, propiedades y teorías que aún están en
los albores del conocimiento científico y que empiezan a dar cuenta de algo que
se conoce desde las más antiguas tradiciones espirituales de la humanidad: El
Potencial de la Realidad Interior del Ser Humano.
Vivimos tiempos de un extraordinario desarrollo
tecnológico; una tecnología que nos ha permitido desarrollar aún más nuestros
cinco sentidos básicos, y modelar y construir nuestra realidad exterior. Sin
embargo, en este proceso, hemos perdido contacto con nuestro sentido interno,
con nuestra realidad y tecnología interior. Hay una profunda brecha entre el
dominio de nuestro mundo externo y nuestro mundo interno, que propicia que no
podamos “ver” la realidad, tal y como es.
Esta tecnología interior no nos aparta de la realidad,
ni del mundo externo, sino que lo acoge en su seno, pudiendo vislumbrar el
mundo y la realidad como una totalidad integrada, desde una perspectiva más
amplia. Materia, emociones, pensamientos, condicionamientos, pautas de
comportamiento, sensaciones, ideas... La realidad puede ser comprendida con un
mayor grado de entendimiento si nuestra visión de la misma es mayor. Podemos
despertar nuestras alas dormidas y sobrevolar los cielos interiores para así
tener una visión más global de lo que ocurre tanto debajo de nosotros (nuestras
profundidades) como a nuestro alrededor.
Aseveran los físicos cuánticos que nosotros, y nuestro
Universo, vivimos y respiramos en un mar de movimiento: Un Mar Cuántico de Luz.
Desde nuestra perspectiva actual, podríamos decir que no nos hemos sumergido en
las implicaciones de ese mar de Luz, más aún, nos hemos quedado absortos en la
maravillosa punta del iceberg que sobresale de su superficie, olvidándonos de
la riqueza de sus profundidades.
Todo es Energía; la concepción del tiempo y el espacio
son conceptos ilusorios, creados por la mente personal. Más allá, sólo hay
energía, y más allá todo es Conciencia. En lo sutil no hay separación entre la
materia y la energía, entre éstas y la información, y finalmente observamos que
todo es Conciencia. Existe una trama que no se puede dividir y que pone de
manifiesto que todo es interrelación: “Todo está unido, todo está conectado,
todos Somos Uno”.
“En los envíos de energía a distancia, el practicante
no “envía” Reiki, ni siquiera tiene la necesidad de conectarse con otra persona
que se encuentra en otro lugar (una conexión que ya existe), sino que el
practicante de Reiki se convierte en Uno con esa persona. En otras palabras, el
practicante se hace consciente de la “no – separación” con esa persona y
percibe la interacción a distancia como una acción que le lleva a adentrarse en
sí mismo (auto conocimiento)”.
Retomando la senda de la ciencia vamos a observar una
propiedad descubierta en el siglo xx y que pudo ser verificada por los físicos
desde 1982. Los físicos cuánticos descubrieron una extraña propiedad del mundo
subatómico llamada “no localización”; esta propiedad hace referencia a la
capacidad de una entidad (como por ejemplo un electrón) de influir
instantáneamente en cualquier otra partícula, a cualquier distancia, y a pesar
de que no se produzca ningún intercambio de fuerza o energía.
David Bohm, considerado como uno de los mejores
físicos cuánticos de todos los tiempos, indicaba lo siguiente: “A un nivel
subatómico (en el cual opera el nivel de potencial cuántico, ese “mar de Luz”
al que hacíamos referencia), la localización deja de existir. Todos los puntos
del espacio son iguales a todos los otros puntos del espacio, y no tiene
sentido hablar de las cosas como si estuvieran separadas”
El Mundo existe como una compleja trama de relaciones
interdependientes, y por ello podemos influir a distancia, y en el caso que nos
ocupa de la práctica de Reiki, tanto realizando envíos de energía curativa,
como desarrollando las pertinentes iniciaciones que corresponden a cada nivel,
también a distancia.
Como dijo aquel “gran pequeño sabio”: Lo Esencial es
invisible a los ojos... y no se equivocaba; de nuevo, tenemos al premio novel
de física Richard Feynman, para contrastarlo: “La energía contenida en el
volumen de una taza de café es suficiente para poner en ebullición todos los
océanos del mundo; el vacío es el principio y el fin de cada cosa en el
Universo”.
“Cuando una persona se sana de una enfermedad, ayuda a
toda la humanidad a sanar de esa enfermedad. Cuando un paciente de Cáncer se
sana, está ayudando con su sanación a que la humanidad avance en la curación
definitiva del Cáncer”
Las oraciones, las peticiones, los deseos, los
mantras... entran dentro del campo de acción a distancia. Asimismo, en multitud
de estudios, se ha podido comprobar como una práctica espiritual continuada
(como por ejemplo la meditación) tiene un efecto potenciador de la salud. Uno
de muchos:
* Un estudio realizado por el Centro Médico de la
Universidad de Pittsburgh (EEUU) mostró que el aumento de la esperanza de vida
que se deriva de una actividad espiritual semanal es comparable (que no
sustituible) a los beneficios que genera para la salud el ejercicio físico
regular.
La sanación a distancia es un hecho, funciona, y pese
a que pueda ser controvertido afirmar que la Energía logra viajar a través de
grandes distancias en el espacio e incluso moverse hacia adelante o hacia atrás
en el tiempo... No es nada que no haya corroborado ya la ciencia. Max Planck,
Erwin Schrodinger, Werner Heisenberg, Niels Bohr, Wolfgang Pauli, David Bohm...
superaron el punto de vista newtoniano de la separatividad, para ofrecernos una
nueva comprensión del universo basado en la “Interconectividad”.
Reiki puede sentirse sin la presencia física del
emisor o del receptor, no es necesario trabajar arduamente, es tan sencillo
como la práctica in situ y ampliando las consideraciones del “Método de
Tratamiento Remoto”: También puede ser empleada como una técnica de auto
tratamiento, invitando a la Energía Universal hacia nuestro propio futuro y
nuestro pasado...
Las implicaciones que la práctica del Reiki tienen en
el día a día, en nuestra salud y bienestar son innumerables, sin embargo animamos a todas y cada una de las personas que se acercan al Reiki
o a la realidad de la sanación a distancia (y sus implicaciones) a no creer
nada, ni abrazar nada como un dogma de Fe: “Traspasamos el velo de la materia y
nos adentramos en lo sutil, desde la experiencia y la vivencia personal. Lo
realmente importante es la práctica individual”.
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