lunes, 7 de octubre de 2013

El Ying-Yang y el concepto de la dualidad



El Ying Yang es el símbolo más conocido y difundido de la filosofía oriental en occidente.
Representa en si la lucha y a la vez la complementación de los opuestos: el bien y el mal, el amor y el odio, lo femenino y masculino, la paz y la guerra, etc.
Es un concepto de dinamismo, porque todo está en constante cambio o movimiento, es mutable; y también es un concepto de polaridad, porque  nada existe sin su opuesto complementario.
Nada en este concepto es absoluto, nada es más yang o ying que otro, todo contiene en sí mismo una parte de cada uno.

Desde sus manifestaciones más simples y universales hasta las más complejas y particulares.
En todo ser o cosa se manifiesta este concepto.
¿Cómo aplicamos esta impresión en nuestra vida?
El ying –yang es sinónimo de equilibrio, moderación y armonía.
Son muchas las disciplinas que hacen uso de este símbolo para fijarlo tanto en el mejoramiento de la salud como de la personalidad y de nuestro entorno también.
El feng shui, busca el equilibrio de nuestro hogar en la perfecta distribución de estas dos energías, ya que nuestra relación con el ambiente suele ser de “espejo” y como “es adentro es afuera” por lo tanto si nuestra casa disfruta de bienestar y armonía disfrutaremos, por añadidura, de lo mismo en nuestro interior.
La base de las artes marciales infunde la constante búsqueda de la estabilidad, y en sus prácticas se promueve y se alienta el desarrollo natural e igualitario de la dualidad  para conseguir ecuanimidad  y que se manifieste en nuestra personalidad como en nuestro quehacer cotidiano y espiritual.
La medicina china aplica el ying- yang para el mejoramiento de la salud estableciendo diagnósticos que promuevan la mesura interna de estas energías.
El ying-yang debe recordarte que todo en esta vida es necesario,  todo tiene un sentido, y si en la naturaleza tanto el día como la noche está en perfecto equilibrio en nosotros debe ser lo mismo.
La verdadera espiritualidad es la homogeneidad de estas dos fuerzas, no la represión de una u otra, el desarrollo interior depende de la autenticidad con que respondas a tus necesidades, sabiendo que eres luz pero también oscuridad.

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