Reiki tiene efectos rápidos y efectivos para enfrentar y superar el estrés, puesto que es un sistema práctico y eficaz para tratar tanto los síntomas como las causas. Una de sus principales ventajas es que no depende de las creencias ni capacidades de las personas, ya que no necesitas meditar, visualizar etc.
Reiki sana los síntomas del estrés a corto plazo, aportando una sensación de paz y tranquilidad durante y después de cada sesión. Alivia las sensaciones de ansiedad, agresión y depresión que acompañan al estrés.
Nos llena de energía físicamente, fortaleciéndonos para poder afrontar situaciones estresantes y ayuda a disipar dolores de cabeza, tensiones musculares, mareos etc. que suelen ser manifestaciones físicas del estrés.
Las sesiones de Reiki se dan con el paciente acostado, escuchando música relajante. El practicante posa suavemente sus manos sobre el cuerpo de la persona, empezando por la cabeza y terminando por los pies. Muchas personas se relajan tanto que quedan profundamente dormidas. Con el paso del tiempo, esa sensación de paz y tranquilidad después de la sesión dura más y más, pudiéndose convertir en el estado de ánimo permanente de la persona.